LA INAUGURACIÓN DEL NUEVO MERCADO DE IXTACALCO
Un jubiloso estremecimiento de vida conmovió ayer a toda esa
pintoresca región que desde Santa Anita a Ixtapalapa se tiende sobre las márgenes
del viejo canal. Se trataba de la inauguración de un mercado público en
Ixtacalco, y fue esto motivo bastante para que toda la bella comarca se inundara
de entusiasmo.
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Foto de la publicación consultada en la HNDM |
EL MERCADO VICTORIANAO HUERTA
El creciente desarrollo de Ixtacalco hacía ya imperiosa la
necesidad de un mercado. De ello se dio cuenta el señor Coronel Carlos Prieto, actual
Prefecto Político de la Municipalidad, y quien con plausible empeño puso manos
a la obra, y en pocos días vio terminado el nuevo edificio que, si no derrocha
esplendidez arquitectónica, viene en cambio a prestar magnifico servicio. Ya no
se verán sucios “puestos” de verdura, de frutas o fritangas, salpicando aquí y allá
en medio de la vía pública, y con esto resultara servida principalmente la
salubridad pública.
LA VISITA DEL SEÑOR MINISTRO
Para la inauguración del nuevo mercado se invitó a los altos
funcionarios públicos, entre ellos a los señores Ministro de Gobernación y
Gobernador del Distrito. Y apenas cundió la nueva, todos los pueblos de la
comarca se vistieron de gala. Los lotos acuáticos, melancólicos como enormes ojos
llenos de ensueño; las coquetas amapolas, los cempoalxochitls, toda una rica
gama de colores que esmaltan la espléndida alfombra del valle, dieron una nota
de color sobre los edificios enjalbegados, sobre las pardas cercas de adobe o
bien, sobre el verde mate de las calzadas que unen esos pueblos que parecen
bañar sus pies morenos en las aguas del canal, quietas y como dormidas en un
sueño que antójese.
Y todos los habitantes de la región se prepararon para
celebrar el solemne suceso.
A las diez de la mañana llegaron a Santa Anita el señor
Ministro de Gobernación, doctor Ignacio Alcocer y licenciado González Suárez, quien
llevo la representación del señor Gobernador que se halla enfermo. Los
distinguidos visitantes fueron en dicho punto recibidos por el señor Coronel
Prieto y por una comisión de distinguidos vecinos de los pueblos de la región.
UN AGRADABLE RECORRIDO
Luego la comisión se dirigió a Ixtapalapa. El señor Ministro
recorrió la nueva y magnifica calzada, y vio otras importantes mejoras
introducidas en dicha población: los jardines, el alumbrado eléctrico y sobre
todo el completo aseo. También el distinguido funcionario recorrió parte de la
calzada para automóviles que unirá a Ixtapalapa con Santa María Aztahuacan; y
dicho esta que el señor Ministro se manifestó muy complacido de su viaje.
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Mercado Victoriano Huerta a la orilla del Canal de la Viga en Ixtacalco DF. foto INAH |
LA SOLEMNE INAUGURACIÓN
Seguidamente se trasladó a Ixtacalco, en donde se hallaban
las Bandas de Policía y Estado Mayor, las que primeramente tocaron alternándose,
y luego unidas, formando así un hermoso conjunto harmónico, algo que puede
calificarse de una admirable disciplina musical.
Se sirvió un “Lunch – Champagne”, y cuando iba a ser apurado
el rubio licor, se registro una hermosa nota rebosante de patriotismo. Sucedió que
uno de los concurrentes, de aspecto humilde, pronuncio un brindis ardoroso,
sincero, que admiro primero, y arrancó, después, fogosos aplausos y
estruendosos vivas al señor Presidente de la Republica, repetición de los que
se habían producido cuando el señor Ministro declaro solemnemente inaugurado el
mercado, que como un homenaje del Coronel Prieto al grande hombre que rige los
destinos de nuestra Patria, fue bautizado con el nombre de: “Victoriano Huerta”.
Y como agradable complemento de la fiesta, se organizó un
baile, en el que tomaron parte las familias de Ixtacalco y poblaciones circunvecinas,
y en el cual predomino una indeclinable alegría.
Por la tarde el progresista jefe Político y sus acompañantes
regresaron a Santa Anita, y de ese punto a la capital.
Transcripción de la crónica que púbico:
“EL IMPARCIAL” Diario ilustrado de la mañana
Domingo 1 de marzo de 1914
Es notable el afán del autor de la crónica, por ensalzar a los políticos que gobernaban en esa época.